La tristeza es una caída general de nuestra energía, de nuestro estado de
ánimo. Cuando estamos tristes perdemos el apetito, las fuerzas, el deseo, el
impulso; las ganas de vivir.
En general es un velo que nos empaña la vida y la viste de gris por
ello he asociado este color a mi neurona porque me recuerda a los días de
lluvia, apagados que no tienes ganas de hacer nada.
Aunque no todos sentimos tristeza por las mismas cosas, es habitual sentir
tristeza cuando nos decepcionan o cuando perdemos algo que era importante para
nosotros por ello he querido representar los ojos de mi neurona con cruces para
remarcar el dolor y la pérdida de alguien importante para nosotros que
nos llena de tristeza. La nariz la he representado con una nube de plastilina
por lo que ya he comentado antes, los días apagados, de lluvia y nubes oscuras.
La boca la he hecho de plastilina con la expresión correspondiente a la
tristeza. Toda la cara la he hecho de color negro para remarcar esa tristeza
que siento con las cosas que me duelen y afectan. Me gustaría resaltar que en
la cara le he puesto dos pañuelos ya que fue la primera idea que se me vino a
la cabeza y quise plasmar en mi neurona. Pienso que los pañuelos
son el mejor elemento para representar la tristeza porque simbolizan el
llanto, la pena, pérdida…
La forma de mis dendritas es caída, ondulante y desplomada porque cuando
estamos tristes nos sentimos decaídos, sin ganas de nada y apagados. No
obstante como yo normalmente suelo ser una persona muy alegre y no me gustaba
ver la neurona tan vacía y apagada, decidí expresar una dualidad añadiendo una
dendrita larga, con muchas ramificaciones, recta y estirada que refleja el
comiendo de la alegría lo que necesitamos para ir convirtiendo esas penas en
alegrías. Pensé que para resaltar esa alegría lo mejor era meterle muchos
colores a esa dendrita, colores que la recorrieran y fueran llegando a la otra
cara de la neurona para que se llenará de esa alegría que nos falta y
necesitamos, para ello he utilizado virutas de cera y la plancha para dejarlo
impreso en la dendrita y además le he añadido triángulos de colores de goma
Eva. Al otro lado de la neurona donde termina la dendrita de la alegría y entra
en el soma le he puesto papel de seda de colores simbolizando pañuelos para
remarcar que ya no son blancos de llanto y pena sino que han cambiado a colores
porque las cosas comienzan a brillar. De este modo tenía claro que la mejor
cara del soma para poner la luz era la de la alegría para resaltar esa luz que
necesitamos ante la tristeza y que la conseguimos con la alegría.
Para concluir decir que
mi intención era reflejar la tristeza pero con la dualidad de la alegría ya que
es el complemento que necesitamos para que nuestras penas y agobios se
conviertan en alegrías.
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